En el año 1991 se encontró una momia neolítica dentro de un glaciar: la momia tenía toda la espalda tatuada. A partir de este descubrimiento se puede decir que el tatuaje es tan antiguo como el hombre mismo. Sin embargo, no todas las culturas que utilizaron el tatuaje lo han hecho con el mismo fin. A continuación haremos una lista de las culturas y usos del tatuaje más destacados. Intentaremos mantener una linealidad cronológica en la medida de lo posible.



Polinesia: aparentemente, esta región del mundo es que la posee la tradición tatuadora más prolongada. Las diferentes tribus de la Polinesia utilizaban el tatuaje como ornamentación corporal sin que por ello éstos pierdan su fuerte sentido comunal. El tatuaje comenzaba a muy temprana edad y se prolongaba hasta que no quedará región del cuerpo virgen de los pigmentos. Más allá de su sentido estético, el tatuaje confería jerarquía y propiciaba el respeto comunal a quien los llevaba en su piel: cuanto más tatuado estaba alguien, más respeto se le debía. De manera particular, los maoríes utilizaban el tatuaje para la batalla. Los dibujos que llevaban en la piel contribuían a su famosa estrategia de asustar a sus enemigos.














Egipto: en este caso era mayormente las mujeres las que se tatuaban. Se le confería al tatuaje funciones protectoras y mágicas. El carácter sobrenatural del tatuaje no fue exclusividad de Egipto: muchas culturas le otorgaron este poder a los tatuajes.
América: en América del norte, los indígenas utilizaban los tatuajes como parte del ritual de paso. Cuando una persona pasaba de la pubertad a la adultez se la tatuaba con el fin de proteger su alma. Sin embargo, ésta no era la única utilización ritual que se hacía del tatuaje en esta región del mundo. En América central, las tribus utilizaban los tatuajes a modo de conmemoración de los caídos en batalla y como forma de adoración de los dioses.

Historia del tatuaje


Oriente: aproximadamente en el siglo X a.C. el tatuaje llegó al Japón. A partir de su inserción en la cultura nipona el tatuaje fue siendo utilizado por sectores cada vez más poderos hasta llegar a ser utilizado por un Emperador en el siglo V como ornamento corporal. Señalamos su utilización estética porque en Japón existía la costumbre de destinar el tatuaje para marcar a los delincuentes. Esta marca tenía el objetivo de hacer de las personas que desobedecían la ley gentes repudiables para toda su vida y en todos lados a raíz de levar la marca de la vergüenza consigo. Suikoden es una novela china que fue traducida al japonés en el siglo XVII. Este libro renovó el interés en el tatuaje haciendo de él una forma popular de decoración y de coleccionismo.
En Japón se ha conformado una de las tradiciones tatuadotas más importantes del mundo. No obstante, en el año 1842 el emperador Matsuhito decidió prohibir la práctica del tatuaje. Esto sucedió porque el país estaba interesado a abrirse al mercado mundial y no quería dar una imagen barbárica ante el mundo.
Occidente: el tatuaje llegó a Occidente por vía marítima. Las expediciones del capitán James Cook a las islas de la Polinesia fueron el punto de partida del tatuaje hacia Occidente. En estas expediciones los marineros tuvieron contacto con los indígenas maoríes y con otras tribus que les “enseñaron” el arte de tatuar. A su retorno, los marineros abrieron sus propios estudios de tatuaje y popularizaron esta disciplina entre los sectores populares. En 1870 se abre en New York lo que aparentemente fue el primer estudio de tatuajes.
Durante la Guerra de Secesión el arte del tatuaje experimentó un gran crecimiento y popularización. Fellows, Hildebrandt y O'Reilly, el inventor de la máquina de tatuar, fueron los encargados de hacer de la práctica tatuadora una profesión.
Sin embargo, el tatuaje no se liberó completamente de su tradición inhumana. Durante la Alemania Nazi (como el ejemplo más conocido aunque no sea el único) se utilizó el tatuaje para marcar a los prisioneros de los campos de concentración.
En los últimos años, el tatuaje ha sido incorporado progresivamente por la sociedad y es hoy que éste cumple funciones puramente estéticas y no distingue entre sectores sociales. Aunque el tatuaje no sea aceptado en algunas esferas de la sociedad, se va abriendo paso a través de los prejuicios y dibujando sus líneas en los cuerpos de las personas alrededor del planeta.
 
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